Por Jason Theaker // traducción por Paz Echaurrenartículo publicado originalmente en http://www.photoradar.com
Investigaciones demuestran que el 90% de los fotógrafos comparten sus imágenes en línea. Sin embargo, una vez que se han posteando en internet pueden ser tan fácilmente robadas como admiradas. El fotógrafo paisajista de Yorkshire, Jason Theaker cuenta su experiencia reciente cuando alguien robó una cantidad de sus fotografías desde su página de Flickr, y comparte algunos consejos para proteger tus imágenes cuando las posteas en la web.
Recientemente realicé un taller de fotografía de paisajes en Whitby, y mientras navegaba por Internet en busca de inspiración de último momento, me sorprendí al encontrarme con una de mis imágenes.
Esto no me molestó demasiado (ya que usualmente permito su uso por una “buena causa”), pero en una exploración más profunda descubrí que se encontraba a la venta en una impresión en tela de 36×24 pulgadas!
Yo no había accedido a esto y, como pueden imaginar, me encontraba sorprendido no solo por el descaro, sino que me asombró el que pudieran producir una impresión aceptable a partir de las imágenes de 1000×667 pixeles desde mi sitio web.
Luego de hurgar un poco en el sitio, encontré que no solamente dos de mis imágenes estaban a la venta, sino que irónicamente también había unas de mi amigo Antony Spencer (ganador del premio Fotógrafo de Paisajes del año pasado). Inmediatamente llamé a Tony para discutir el curso de acción. Estaba furioso, especialmente con respecto al hecho de que su trabajo se ofreciera como “edición de impresiones limitadas” con “certificado de autenticidad”.
La segunda coincidencia extraña fue que el sitio afirmaba tener una galería cercana a donde yo estaba. Antes de hacer nada, quería fotografiar nuestras imágenes en la galería de este sitio para fortalecer nuestro caso legal.
De esta forma planificamos un viaje encubierto para el día siguiente para reunir evidencia; sin embargo, no estaba seguro de cómo reaccionaría si me encontrara frente a frente con el Sr. X y éste cuestionara el por qué estaba tomando fotografías en su galería!.
Al día siguiente, mi hijo y yo emprendimos la búsqueda de dicho lugar. Esto provó no ser un asunto fácil ya que parecía no existir. Cuando eventualmente dimos con el lugar (con asistencia de un agente de bienes local) resultó no ser una tienda en lo absoluto, sino una cabaña vacacional con impresiones de muy mal gusto en las paredes.
Esa tarde le envié una carta a Sr. X ofreciéndole tres alternativas:
1. un pago único (incluyendo indemnización) y un acuerdo para elaborar una licencia para que pudiera vender las imágenes legítimamente.
2. un pago compensatorio y la remoción inmediata de las imágenes.
3. un pago compensatorio y luego un porcentaje de las futuras ventas (respaldado por un informe elaborado por un contador de su declaración de impuestos para demostrar dichas ventas).
De no obtener una respuesta satisfactoria, llevaría el asunto más lejos. Afortunadamente, la amenaza de una acción legal logró una disculpa y la negación de cualquier acto malintencionado. Naturalmente afirmó no haber vendido ninguna, pero de todas maneras cerró el sitio temporalmente.
Desde entonces ha reinstaurado el sitio y posteado una disculpa, pero reclamó que alguien más ingresó nuestras imágenes en un concurso en Facebook.
Como fotógrafo, amo compartir mis imágenes en línea. Pero luego de esta experiencia, tuve que contemplar las ventajas y desventajas de hacerlo. Por una parte obtienes una valiosa exposición y comentarios inmediatos, así como el hecho de eliminar los intermediarios cuando estás vendiendo tu trabajo. Pero por otra parte existe un inmenso riesgo de robo o plagio.
Esto lo viví cuando alguien ingresó una imagen de Whitby que posteé en Flickr al show local de la BBC “Paul the weather man” y reclamó su autoría. Lo ví en televisión unos pocos días después. Afortunadamente tenía la marca de agua para resolver el asunto, y obtuve la publicidad extra de una disculpa en vivo. Sin embargo muchas historias no tienen finales tan felices.
En última instancia aún creo que compartir tu trabajo en línea es una gran forma de obtener feedback y progresar con tus fotografías. Además pienso, de una forma un poco rebuscada, que alguien robe tu trabajo constituye un elogio a tus habilidades!. De todas maneras, hay algunos pasos bastante fáciles que podemos seguir para postear nuestras fotos en línea y al mismo tiempo protegernos de posibles plagios o robos.
8 consejor para protejer tus imágenes
1. Crea marcas de agua
Estas son mi forma preferida de protección. Las marca de agua son una buena forma de probar que las imágenes son efectivamente tuyas, pero pueden convertirse en un mecanismo horrendamente evidente cuando son mal hechas y terminar distrayendo de la experiencia de visualizar la imagen (así que se sutil).
2. Baja resolución: solo sube imágenes pequeñas.
Personalmente uso 1000×667 pixeles, lo que hace que cualquier otro uso que no sea en la web sea redundante pero conservando suficiente calidad para ser disfrutada.
3. Seguridad en números
Intenta desarrollar una red de contactos amplia. Muchos pares de ojos amplían tu red de seguridad; hace algunos años fui informado de un nuevo incidente de plagio mediante un contacto en línea.
4. Consigue ayuda
Tineye es un servicio de imagen web gratuito que rastrea la red en busca de tu trabajo. Puedes subir una magen o usar un link para buscar, pero esto consume tiempo, especialmente cuando tienes muchas fotografías.
5. Zoomify
Sube imágenes mas grandes con Zoomify. Esto permitirá a otros ver la calidad de tu trabajo y te permitirá a ti llevar un registro de tus imágenes de alta resolución.
6. Tráfico web
Lleva registro de las estadísticas de tu sitio para ver de dónde proviene el tráfico. Dicho esto, este recurso solo funciona si el perpetrador publica tu trabajo con enlaces a tu sitio, lo que es poco probable.
7. Registra tus imágenes
También puedes registrar las imágenes con servicios de protección online, pero esto es un trabajo intenso y bajo mi punto de vista constituye un costo innecesario.
8. Incluye tu nombre
Si no usas una marca de agua, considera incluir en el pie de imagen tu nombre con el año y el simbolo de copyright ©.